Pequeñas elucubraciones contra el Kitsch
Ejercicios realizados en una noche, en los cuales se utilizan imágenes representativas de la vivienda Kitsch en México para modificarlas, y crear un imaginario distinto. Ninguno de estos ejercicios fue y será construido. Las fotografías originales han sido tomadas por nuestro equipo bajo esta finalidad.
Si bien, el kitsch es un fenómeno relativamente nuevo y surge con los primeros turistas burgueses de Europa en el siglo XIX y se extiende a todo el mundo. En Latinoamérica tiene un desarrollo muy peculiar dado a las contradicciones que conlleva una burguesía débil y dependiente de la de países industrialmente desarrollados. Si bien la industria cultural y la cuestión del “gusto” son elementos que reflejan la ideología de la clase dominante y se reproducen en las demás clases sociales; la ideología de la burguesía en los países con un desarrollo industrial tardío (irónicamente llamados “en vías de desarrollo” o peor aún “tercermundistas”), importan patrones estéticos que muchas veces resultan ya anticuados en sus países de origen. Dichos patrones, mal copiados, mal apropiados son caricaturizados en los medios de comunicación de masas como revistas, televisión, etc. Al igual que un virus, actúan sobre un sector de la sociedad como la vacilante clase media y las clases bajas, que por falta de cultura y educación artística (propiciada por el Estado) le son impuestas y las refleja en forma inocente (pero con la perversidad que tiene de fondo), como parte de un deseo y distinción.
Sin embargo no todo está mal, hay apropiaciones que generan propuestas interesantes, como lo hicieron los indígenas con el Barroco, ejemplo de ello la iglesia de Santa María Tonantzintla, en Puebla, o las misiones de la Sierra Gorda de Querétaro. El objetivo de estos ejercicios es encontrar esos puntos que pueden enriquecer la arquitectura social, ya sea el color, elementos compositivos como la geometría, ciertos ornamentos, la disposición espacial, la sana heterogeneidad, etc.
Si bien, el kitsch es un fenómeno relativamente nuevo y surge con los primeros turistas burgueses de Europa en el siglo XIX y se extiende a todo el mundo. En Latinoamérica tiene un desarrollo muy peculiar dado a las contradicciones que conlleva una burguesía débil y dependiente de la de países industrialmente desarrollados. Si bien la industria cultural y la cuestión del “gusto” son elementos que reflejan la ideología de la clase dominante y se reproducen en las demás clases sociales; la ideología de la burguesía en los países con un desarrollo industrial tardío (irónicamente llamados “en vías de desarrollo” o peor aún “tercermundistas”), importan patrones estéticos que muchas veces resultan ya anticuados en sus países de origen. Dichos patrones, mal copiados, mal apropiados son caricaturizados en los medios de comunicación de masas como revistas, televisión, etc. Al igual que un virus, actúan sobre un sector de la sociedad como la vacilante clase media y las clases bajas, que por falta de cultura y educación artística (propiciada por el Estado) le son impuestas y las refleja en forma inocente (pero con la perversidad que tiene de fondo), como parte de un deseo y distinción.
Sin embargo no todo está mal, hay apropiaciones que generan propuestas interesantes, como lo hicieron los indígenas con el Barroco, ejemplo de ello la iglesia de Santa María Tonantzintla, en Puebla, o las misiones de la Sierra Gorda de Querétaro. El objetivo de estos ejercicios es encontrar esos puntos que pueden enriquecer la arquitectura social, ya sea el color, elementos compositivos como la geometría, ciertos ornamentos, la disposición espacial, la sana heterogeneidad, etc.
Vivienda en Coacalco, Estado de México.
Además de los evidentes cambios, se agregó una banca en la esquina, para generar situaciones diversas, las cuales inviten a hacer ciudad, mediante la contemplación y el descanso en un espacio público.
Cochera de vivienda en Coacalco.
La homogeneidad en las casas de interés social es una imposición que ha demostrado no funcionar. Los ejemplos de ello son innumerables. Existen casos en los cuales el arquitecto da lugar a la heterogeneidad y los resultados son sumamente interesantes, como Quinta Monroy en Chile, de Alejandro Aravena. Esta alteración fotográfica le da énfasis al color, alterándolo sólo un poco para que contraste afablemente con el color "salmón" original y a la geometría de fondo. A su vez, el "frontón"resalta elementos originales de la vivienda como el tamaño de la ventana superior y el espacio que resulta de su sustracción.


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