Departamentos Barrio 18.
Israel Meneses Vélez
Víctor. M. Zacatenco Muñoz
Xochimilco es reconocido mundialmente por ser una región en donde todavía se mantienen tradiciones prehispánicas y coloniales. El crecimiento no planificado de la ciudad ha propiciado el surgimiento de colonias sin ninguna tradición, y peculiar resultado surge cuando un barrio destinado a albergar a la nueva clase media se apropia de elementos arquitectónicos caducos y de dudosa procedencia. Esta es la situación de barrio 18, colonia en la que se encuentra ubicado el edificio en cuestión.
Durante los primeros recorridos efectuados para reconocer este territorio, fue evidente ver las aspiraciones de los habitantes de esta colonia, y cómo algunos arquitectos o las limitantes de carecer de ellos, han creado una imagen urbana ecléctica o kitsch, en el peor de los casos. Más allá de compartir o no con la simbología arquitectónica, se decidió no participar en el "festín" y optar por la sobriedad y el urbanismo.
El terreno se ubica justo en una curva de una pequeña calle, la cual culmina con un pequeño espacio público, que separa el tránsito local, de una avenida de acceso, por lo tanto, si se accede a esta calle peatonalmente, el terreno funge como remate visual. Lo anterior se hace más interesante si se mira desde el edificio hacia este espacio, ya que detrás de el se puede observar la parte agreste alrededor del Canal de Cuemanco (el vaso regulador). Esa fue la paradójica premisa: mirar a la calle - mirar a la naturaleza.
Fotografía: Víctor Zacatenco Muñoz.
Fotografía: Israel Meneses Vélez.
El programa arquitectónico constó de tres departamentos y un área de estacionamiento debajo de estos. La circulación vertical se resolvió exponiéndola en la fachada, mediante un cubo de concreto aparente hecho con cimbra común pero alternando el macizo con vanos geométricos distribuidos en las esquinas del cubo de escaleras. Los vanos fueron diseñados tomando como análogos lámparas y esculturas contemporáneas. Es así como de noche, la iluminación de esta zona parece ser una lámpara a escala urbana.
Fotografía: Víctor Zacatenco Muñoz.
Los departamentos cuentan en la zona pública con balcones que giran casi 45° hacia la calle, amplificando así la extensión visual desde el interior hasta el exterior. El edificio remata en la parte superior con un roof garden común en la fachada y una zona de lavado en la parte posterior.
El lenguaje arquitectónico es contemporáneo, en el cual el concreto y el vidrio se desempeñan como la piel del edificio, cabe mencionar que el gran muro de concreto que se levanta en la fachada, muestra la parte humana y sencilla de la mano de obra, y hace de este edificio de departamentos un hogar sencillo y con dignidad humana.
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